Imagina por un momento que la comunicación tuviera otra cara:
Una en la que los sueldos merecen la pena, los horarios son más racionales y tú puedes dedicarte a la profesión que amas sin renunciar a tu vida personal.
Seamos sinceros:
En aquel momento en el que nos dejamos llevar por nuestra vocación y nos tiramos de cabeza al mundo del periodismo y la comunicación, confiábamos en que la piscina tuviera más agua, ¿verdad?
Te lo cuento porque yo también estuve braceando durante años para comerme el mundo desde la redacción, hasta que me di cuenta que mi vida personal se ahogaba en el fondo.
Y quiero que lo sepas: la comunicación tiene otra cara, más estable y valorada, en la que hacen falta profesionales de primer nivel que dominen las estrategias online.
¿Por qué tú no puedes agarrar ese salvavidas?